XXVII Media de Fuencarral

No había visto a tanta gente retirarse de una carrera, quitando el maratón, como en esta, parecia una caminata de zoombies.



XXVII  La Media Walking Dead Maratón



Vale que era “un poco” chunga, con un perfil bastante durillo para todo aquel que quisiera hacer marca, por eso nosotros nos fuimos de tranquis acompañando a Rafa, como habíamos quedado ya que estaba cogiendo la forma después de un parón técnico e íbamos de acompañantes.

Por una vez que no vamos a sufrir en una carrera y nos la tomamos de tranquis… va y… (leer hasta el final).

Así que allí que nos presentamos, vimos a Juan y a Guillermo con los que nos hicimos una foto. Más tarde buscamos a Rafa y le encontramos con Tania. Saludamos a unos cuantos corredores y a unas cuantas leyendas del Maratón de Madrid una de ellas amigo de Rafa y a otro entre la masa de corredores en la salida.

También nos encontramos con Raúl y el incansable Ra, este sin dorsal… si es que no tienes perdón!

En fin, que la salida se nos hizo un poco rara, saliendo desde atrás y sin tener que ir en zig-zag adelantando gente a toda leche para ir a por MMP. Poco a poco fuimos adelantando gente y controlando el ritmo a veces a 4:30 a veces a 4:55 dependiendo de si la cuesta era más o menos pronunciada, hasta que se nos hizo lo suficientemente pronunciada como para ir a 5:30 cuesta arriba.

Y fue allí cuando no paré de ver a gente retirándose con dolores en los gemelos, estirando en la cuneta incluso uno tirado en el suelo siendo atendido, pero este ya le vi en los últimos kilómetros de la meta.

Así, al trantán, fuimos subiendo poco a poco, siguiendo las indicaciones con la mano que nos hacía Rafa (le faltaba el aliento y usó el lenguaje de los signos para comunicarse con nosotros) y ya en el último kilómetro vimos que Risco iba mal, bastante mal… De hecho tuvimos que cogerle de la manita para cruzar la meta…

;-)

…le dio una pájara. Entre las gramíneas, que no había dormido en toda la noche y el frio que hacía habían hecho mella en él y llego bastante perjudicado. De hecho nos fuimos directamente al coche a que se recuperara sin correr los 5 kilómetros de más que teníamos previstos. Si es que cuando el cuerpo dice de no, es que no.

Cruzamos la meta los tres juntitos en 1:47 a un ritmo medio de 5:04. Es verdad que nos podíamos haber esforzado más, si, pero no era el día. Eso sí, yo me la apunto para el próximo año para hacerla a tope, pero con cabeza que la segunda mitad es bastante dura y pasa factura.

Espero que Risco se haya recuperado pronto.